La meditación es una práctica en la cual el individuo entrena la mente o induce un modo de conciencia, ya sea para conseguir algún beneficio o para reconocer mentalmente un contenido sin sentirse identificado con ese contenido, o como un fin en sí misma.
La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:
Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente
Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos
Una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y es focalizada en Dios en (propio de las religiones teístas)
Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o la recitación constante de un vocablo o de una sucesión de ellos.